May 26, 2010

DE NUEVO POR GUIONES (III): REDADA EN NOSARA

2 DE MAYO DE 2010

En pleno concierto de Johnny Man el de Mekatelyu, en Nosara, entra una llamada de nuestro hijo. Como la señal es muy mala, y el ruido no me deja escuchar, me levanto de la barra y trato de salir: ¡Sorpresa! No se puede, acaba de comenzar una redada y "el pueblo está tomado por la fuerza pública". Varios hombres con metralleta están apostados en la puerta y otros se dedican a recorrer el salón.

"Mientras no se le ocurra a alguien hacerles un problema y estos comiencen a jalar del gatillo todo estará bien", me digo para mis adentros, y me voy de nuevo a la barra a sentarme al lado de mi esposa.

Tenemos dos problemas me dice: "Uno, Juanga, el sobrino, que está en la pista con Joha, es menor de edad y dos, ando sin cédula".

El segundo se convirtió en el primer problema: "Sus identificaciones". Yo, con mi cédula, sin incoveniente. Mi esposa no podía abandonar el establecimiento, y cuando lo hiciera, tenia que presentarse en el local de la fuerza pública para que verificaran en San José que no estaba "fichada". Por dicha el local de la fuerza pública estaba pasando la calle. "Se imaginan que hubiera quedado muy lejos, y que llevaban a Ma en "perrera"", gozaba contando Silvia horas después.

El primer problema no llegó a tal. Cuando Joha y Junga trataron de llegar hasta donde estábamos nosotros en el Bar, porque el concierto se suspendió, les hicimos señas de que se alejaran. Uno de la seguridad privada, percatándose del lío en que se habían metido por dejar ingresar a un menor de edad los condujo por la trastienda, pasaron cuartos y llegaron hasta el patio, y junto con Johnhy Man, les señaló el camino por el potrero para que llegaran a la Calle.

Cuando estaban en el potrero, huyendo con el concertista, Johnny Man le dice a Juanga: "Si ella es su hermana déjemela, si es su novia, llévesela. Pero la verdad, mejor voy a devolverme para ver en que puedo ayudar y que el concierto siga". Y se devolvió.

Ya en el carro, Juanga y Joha nos llaman para avisarnos que están bien. Ahora a salir. Yo sin problemas, excepto que antes debo enseñarle al oficial lo que llevo en el bolsito: Y saco: cepillo de dientes, pasta dental, peine, manos libres de teléfono, pito multifuncional (foco, brújula, termómetro, lupa, señalizador para emergencias que funciona con el sol), otro bolsito con un reloj de bolsillo antiguo, lapicero, lápiz, calzador, maquinilla de afeitar, un multifunciones (abridor de latas, desatornillador, sierra, cuchillo, destapador de botellas) y en el otro compartimento: como veinte llaves mayas o USB.

Doña Alicia, sin cédula, al local de la fuerza pública, donde le toman sus datos: nombre y número de cédula. Y viene la consulta. No crean que por Internet o usando una netbook o laptop conectándose al registro de delincuentes. No, por medio de teléfono y esperar que en San José verifiquen. Cinco, diez, quince minutos. Por fin: ¡LIBRE!, no tiene antecedentes penales.

¿Y el concierto? ¿Y Johnny Man? No pudo seguir, porque Johnny Man, al devolverse del potrero e ingresar nuevamente al local, fue interceptado por la policía y lo tenian contra la pared, al costado oeste del local de la fuerza pública, junto a los que iban a ser fotografiados. ¿Para el álbum de los recuerdos? No creemos.

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