Cuando presentamos la moción para que la Municipalidad de Paraíso adquiriera el edificio donde actualmente funciona la Biblioteca Pública Municipal (O como algunos quieren forzar que se llame pero que el pueblo no atiende: Centro Cultural Paraiseño) (1982-1986), no nos imaginábamos el calvario que nos esperaba.
Los abogados del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), al hacer el estudio registral, obviaron una deuda, con su respectiva hipoteca, que pesaba sobre el inmueble. Así, no podía concretarse la inscripción definitiva a favor de la Municipalidad de Paraíso. Se le explicaba a la Contraloría General de la República la situación para que autorizaran el pago, sin embargo, su respuesta afirmativa para que se pagara llegaba meses después, los intereses habían aumentado y de nuevo a la Contraloría explicando lo mismo, y así, tres o cuatro veces más.
Como era dar vueltas sin sentido, se presentó la oportunidad con Manuel (Pascual), quien estaba interesado en segregar un terreno para vender que se ubicaba en La Joya. Rafael Meza, previa consulta con Carlos Luis Chavez, su suplente, plantearon una solución: que los impuestos que debía pagar Manuel (Pascual) por autorizarle la segregación no ingresaran a las arcas municipales sino que se utilizaran para cancelar aquella bendita hipoteca con sus intereses que los burócratas del IFAM no habían descubierto.
Así se hizo. Mi profesor Constantino Urcuyo era el abogado de Pirie el acreedor. Cuando me vió llegar, solo dijo: "Negocios son negocios". Manuel (Pascual) pagó, Constantino liberó la propiedad y pudimos entrar en posesión, el 30 de abril de 1984 pusimos al servicio del pueblo el edificio que hoy alberga la Biblioteca Pública Municipal en el último acto como Presidente Municipal.
A Manuel (Pascual) le cumplimos, le segregamos los lotes y hoy decenas de familias paraiseñass viven orgullosas ahí.
Gracias Manuel (Pascual) por confiar en nosotros y por darnos la oportunidad de contar con ese hermoso proyecto que es la Biblioteca Pública Municipal.
Los abogados del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), al hacer el estudio registral, obviaron una deuda, con su respectiva hipoteca, que pesaba sobre el inmueble. Así, no podía concretarse la inscripción definitiva a favor de la Municipalidad de Paraíso. Se le explicaba a la Contraloría General de la República la situación para que autorizaran el pago, sin embargo, su respuesta afirmativa para que se pagara llegaba meses después, los intereses habían aumentado y de nuevo a la Contraloría explicando lo mismo, y así, tres o cuatro veces más.
Como era dar vueltas sin sentido, se presentó la oportunidad con Manuel (Pascual), quien estaba interesado en segregar un terreno para vender que se ubicaba en La Joya. Rafael Meza, previa consulta con Carlos Luis Chavez, su suplente, plantearon una solución: que los impuestos que debía pagar Manuel (Pascual) por autorizarle la segregación no ingresaran a las arcas municipales sino que se utilizaran para cancelar aquella bendita hipoteca con sus intereses que los burócratas del IFAM no habían descubierto.
Así se hizo. Mi profesor Constantino Urcuyo era el abogado de Pirie el acreedor. Cuando me vió llegar, solo dijo: "Negocios son negocios". Manuel (Pascual) pagó, Constantino liberó la propiedad y pudimos entrar en posesión, el 30 de abril de 1984 pusimos al servicio del pueblo el edificio que hoy alberga la Biblioteca Pública Municipal en el último acto como Presidente Municipal.
A Manuel (Pascual) le cumplimos, le segregamos los lotes y hoy decenas de familias paraiseñass viven orgullosas ahí.
Gracias Manuel (Pascual) por confiar en nosotros y por darnos la oportunidad de contar con ese hermoso proyecto que es la Biblioteca Pública Municipal.
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