Jueves 28 de junio de 2008
Gran preocupación existe porque no se siguió trabajando en obras fundamentales en la carretera entre Paraíso y Cartago, como por ejemplo los puentes sobre los rios Barquero y Blanquillo, importantísimos para darle fluidez al tránsito.
Lo mismo ocurre con varios sectores de aceras, como la del cementerio de Paraíso, casi un metro más abajo que la superficie de rodamiento; un sector frente al Restaurante ubicado al costado oeste de la sede de la fuerza pública (Al que un cliente un día llegó a servirse y entró con su carro casi hasta la cocina), ahí en vez de acera existen las viejas gradas; frente a la conocida como Ciudadela Imas, donde no han construido aceras; antes de llegar al Río Púcares, dejaron las viejas aceras de las casas por lo que la obra no tiene continuidad; a ambos lados del Río Púcares, no hay acera, por lo tanto los peatones deben tirarse a la calle para continuar y finalmente, por solo citar algunos ejemplos, dejaron la antigua acera con sus terribles gradas que son un atentado, lo mismo que los huecos que tiene, frente al Templo Manantiales de Agua Viva.
Y la superficie de rodamiento: hay sectores que están levantando seguramente por estar mal construidos. No hay uniformidad en el trazo. ¿Quién hace control de calidad? Razón tenía Carlos Segura hace un tiempo al discutir con uno de los ingenieros de la obra, que lo quiso apantallar diciéndole que si él era ingeniero de carreteras para verter las críticas que estaba haciendo, y lo dejó callado cuando le dijo: "No soy ingeniero en carreteras, pero no hace falta para saber que han hecho una cochinada de trabajo". Tenía razón, gran parte de ese sector de la carretera lo han levantado por desperfectos.
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