Viernes 20 de junio de 2008
Ya sea en el Pelícano Dorado o contiguo al Mono Loco o en cualquier otro de los muchos lugares de diversión en que se han convertido las vetustas construcciones de la Ciudad de Antigüa, miles de turistas se reúnen todas las noches para divertirse al compás de conjuntos musicales integrados por oriundos de Livingstone, Cuba, Puerto Rico o el país que se nos antoje.
Muy lejos de encontrar ritmos con melodía y compás adecuado, lo importante es que ponen a bailar a los/as congregados/as, cada quien en su estilo particular, superando las barreras del lenguaje por la expresión corporal.
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