LA LEY DEL MENOR ESFUERZO

Miércoles 16 de julio 2008

¿Cuántas plazas en nuestras comunidades tenían o tienen marcado un trillo en toda la diagonal que va de una esquina a la otra? Cientos, por no decir miles, fruto del transitar por años de gran cantidad de personas, que pretenden ahorrarse con ello unos cuantos metros si en vez de hacerlo así caminaran por los lados. Lo anterior es un signo evidente de esa tendencia negativa del costarricense por hacer el menor esfuerzo y que se hereda de generación en generación.

Eso es lo que explica por ejemplo que todas las mañanas, muchos/as trabajadores/as de Scotia Bank, sede La Sabana, no utilicen la acera para llegar a la puerta de ingreso de los empleados, sino que lo hacen cortando camino, por entre los parqueos y las vías internas de acceso y salida vehicular.

Eso es lo que explica ver a un peatón jugándose la vida en una autopista, cruzando debajo del puente peatonal.

Eso es lo que explica toparse un vehículo contravía en nuestros pueblos, "de por sí son solo 100 metros, si no, tendría que darle una gran vuelta a la manzana". Y así, miles de ejemplos nefastos de la aplicación de la ley del menor esfuerzo.