En 1975, Papá incursionó en el mundo de la ganadería. Con un préstamo del Banco Crédito Agrícola compró 12 toretes en Alajuela, los trajo a Paraíso y al siguiente día los mandó en tren hasta Río Jiménez de Guácimo.
Cada quince días iba a visitar al Abuelo y a ver como se desarrollaban los toretes. Desde la primer visita, El Canelo, mostraba síntomas de estar enfermo. Pasaban los meses y se notaba rezagado en cuanto a crecimiento.
A los seis meses, El Canelo no estaba. -¿Qué pasó Papá? -No aguantó el tren de pedaleo. -Le dijo mi Abuelo, montado en una vieja, viejísima moto Yamaha que exhibía con orgullo. -Se murió.
Semanas después, cuando llegué de vacaciones me dice Malaco, uno de los íntimos de mi abuelo: -Vió que viejillo más jugado es su abuelo, cambió El Canelo por una moto vieja y su tata se tragó el cuento.
No comments:
Post a Comment