Miércoles 29 de octubre de 2008.
Al costado este de la plaza de la Finca de El Chino, en Río Jiménez de Guácimo, mi Abuelo tenía su finca de unas pocas hectáreas.
En aquel tiempo, el medio principal de transporte era el tren. La carretera entre Siquirres y Guápiles era solo una idea en la mente de algunos visionarios; mientras tanto, en vehículo se podía llegar solo por una trocha y para pasar los ríos se utilizaban los puentes del ferrocarril.
De pronto, en Coopetaxi, en San José, ingresa una llamada del hospital de Guápiles: "Favor comunicarle a Ramón Segura, taxi placas 864, que su padre está internado en el hospital de ésta ciudad".
Transmitido el mensaje,Ramón, con su hermana Luz, llegan al hospital de Guápiles, luego de muchas peripecias y largas horas transitando aquella trocha en el taxi.
-¿Qué pasó Papá?-. Quien tenía dos costillas quebradas. -Pues que me golpeó el toro-.
Trasladado al Hospital Max Peralta en Cartago para que estuviera más cerca de la familia mi Abuelo, Papá se fue a la finca para quitar aquel malcriado toro. -¿Pero como fuu el accidente? -Le preguntó Papá a uno de los gemelos que a veces era contratado como peón para limpiar los potreros de maleza. -Muy sencillo don Ramón, amarró el toro y como se había tomado unos tragos de contrabando con su amigo Malaco, dijo que iba a invitar al toro, claro, cuando le puso la botella en la boca el toro cabeceó hacia un lado y le quebró las costillas.
No comments:
Post a Comment