Más de 400 casas, o sea, siendo conservadores, 2000 familias, por lo tanto, una fuerte presión sobre los ya deteriorados servicios de agua potable, salud, educación, transporte. ¿Solución? "Que las familias beneficiarias sean de Oreamuno, que tiene esa cantidad de familias esperando una respuesta a su problema habitacional". En eso coinciden el Alcalde, el Cura Párroco, vecinos y dirigentes comunales. Sin embargo, no parece realista la salidad. Existen derechos adquiridos.
Ocupar las viviendas por la vía de hecho, como alguien lo está impulsando, tampoco es lo mejor. Pueden ocasionarse serios problemas sanitarios.
Se impone por lo tanto un diálogo constructivo: Todas las familias precalificadas que no cumplan los requisitos serán sustituidas por familias de Oreamuno, con base en las listas de la Municipalidad y la Pastoral Social de la Iglesia.
Paralelamente, el Gobierno de la República debe asignar y ejecutar los recursos necesarios para ampliar, mejorar o introducir los servicios que se requieran en materia de salud, educación, transporte, cultura, recreación, agua potable, entre otros. Al final, debe prevalecer la cordura, quienes ahí se asienten son costarricenses que terminarán por ser oreamunenses, o mejor aún, ser churucos.
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