No me estoy refiriendo a la Liga Mayor de Beisbol de los Estados Unidos de América ni a la Asociación Nacional de Baloncesto, también de ese país. 23 equipos son los que competirán por el ascenso a la primera división durante la temporada 2007-2008 en el fútbol costarricense. Ahí está la clave del por qué hay partidos a los que llegan menos aficionados que los actores en la cancha, y no sumemos a los que quedan en banca. O sea, que a los jugadore solteros ni su padre ni su madre los va a ver, la novia prefiere dedicarse a otros menesteres durante esos noventa minutos, y la misma decisión toma la esposa cuando se trata de los casados.
Recordarmos como en los años 70 a lo sumo eran 10 equipos los que competían, y entonces de verdad se veía buen fútbol, entrega, garra y disposición. Estar en segunda división era un privilegio, y se lograba por méritos. ¿Por qué tantos equipos hoy día? ¿Por compadrazgos, entendimientos, arreglos debajo y encima de la mesa? Por cualquiera que sea la razón, lo lamentable es que no es un torneo atractivo y competitivo y lo peor, se premia la mediocridad.
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