Un diario nacional informaba que el cauce del Río Reventado (Taras, Cartago) estaba seco. Lo mismo casi ocurre con la Laguna de Doña Anacleto (En el Parque que lleva el mismo nombre en Paraíso de Cartago), y eso que el verano no ha sido lo severo de otras oportunidades.
Por dicha, las lluvias comienzan a asomarse. Ayer en Barra del Parismina y en importantes trayectos de ahí hasta Paraíso de Cartago y hoy en San José hubo importantes precipitaciones. Justo a tiempo. Porque incluso muchas nacientes de las que se abastecen ciudades enteras han visto disminuir su caudal, obligando a tomar medidas tan drásticas como suspender el suministro de agua potable a ciertas horas, y a impulsar campañas de concientización para evitar el desperdicio.
Para quienes nos formamos con la idea de que el recurso agua era inagotable y renovable, pues así se conceptualizaba en los libros de texto de aquella época: finales de los 60 y principios de los 70, no deja de sorprendernos que dichos conceptos eran erróneos. Por dicha, una nueva conciencia prima y la mayoría contribuimos a aprovechar al máximo un bien que nos pertenece a todos y que debe usarse con prudencia, de manera racional y lo más eficaz posible.
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