Lunes 1 de diciembre
Me imagino que algo similar ocurre en otros lugares del mundo. Al menos en nuestro país, el ingreso a los centros hospitalarios a la hora de visita está restringido. De lo contrario puede generarse un colapso. Ya sea que se quiere visitar a un familiar internado, a un amigo o a un vecino, la verdad es que a partir de las 4 y 30 de la tarde son largas las filas que se forman.
Para controlar lo anterior, las autoridades hospitalarias entregan 2 tarjetas para ingresar por paciente (Existen las excepciones, como los pacientes graves que son acompañados permanentemente por sus familiares o los niños). En una oportunidad, enterado de que un amigo estaba hospitalizado, esperé a la entrada por alguien conocido que me prestara una de las famosas tarjetas. Como se agotaba el tiempo de la visita y no había ingresado, recordé que hacía varios años en un infructuoso intento por donar sangre, como me pasa en muchas oportunidades, pues siempre que lo intento me dicen que la sangre AB RH+ abunda, por la intención me dieron un carnet de donador. Según lo que había escuchado por ahí, los donadores con carnet tienen el privilegio de ingresar al hospital en tiempo de visita con solo mostrarlo.
Así, lo busqué en la billetera y se lo presenté al guarda. Éste lo tomó en sus manos y me dijo:
-Mire, estos carnets están fuera de circulación desde hace como diez años, sin embargo, por osado puede pasar y guárdelo, es una reliquia.
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