18 de mayo de 2008
Hasta que Saprissa no le había hecho ningún gol todo lo protestaba ante el cuarto árbitro, en una actitud prepotente y poco ejemplarizante.
Sin embargo, a pesar de las amenazas del árbitro para que se calmara, bastaron los tres primeros goles de Saprissa para que Mauricio Wrigth solito se saliera del partido. Gestos, reclamos, malacrianza no es lo que se necesita en los banquillos, sino verdaderos técnicos.
1 comment:
Yo de futbol no se nada jajaj.
Saludos
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