May 15, 2008

POCOS PERO LOCOS

24 de abril de 2008

Cartago es diferente; marcado por el conservadurismo, éste atraviesa todos los estratos sociales; desde el más alto porque debe mantener la tradición, hasta el más bajo porque se ve cohibido a dar rienda suelta a otras formas de comportamiento debido al que dirán.
El estadio, donde todos convergemos, transmite ese formalismo de la afición, que se convierte en esa falta de calor que todo equipo necesita recibir de las gradas.
Si a lo anterior unimos un arranque de campeonato que no cumplió las expectativas, el primer juego en casa más bien atrajo mucho público dadas las circunstancias.
Algo estaba cambiando entonces.
Ese cambio nos lo confirmó el hecho de que al costado norte de la gradería de sol se ubicaba un bullicioso grupo de aficionados/as, con un bombo que marcaba la pauta de estribillos bien ensayados y que invitaba a acercárseles, por lo que nos sentamos casi junto a ellos pero no con ellos.
Y comenzó la pachanga. No nos habíamos acomodado cuando inició el partido y todo fue una nube de polvo blanco que salió de un extinguidor estratégicamente colocado en el centro del grupo, que por la acción del aire nos cubrió nos cubrió de pies a cabeza, a tal punto que mi amigo tuvo que quitarse sus formales anteojos negros, creyendo que el partido se estaba jugando bajo una pertinaz capa de neblina como en otros tiempos.
Luego venían los lanzamientos de confeti, que muchas horas después todavía nos salía del pelo, de entre el cuello de la camisa, de las bolsas de los “shores” cortos como dijo alguien por ahí.e incluso de los calcetines.
Pero esto es agradable, es bonito, es diferente. Comentábamos.
Hasta llegamos a corear algunos estribillos en el primer tiempo.
Para el segundo, por razones estratégicas nos pasamos al lado izquierdo del bullicioso grupo, así evitaríamos la lluvia de confeti.
A cambio, nos llenaron de golpes de bombo, pues el que lo sostenía consideró que estaría mejor ubicado haciéndose un poquito para acá, justo a la par nuestra; para completarla, Giovanni se nos plantó al puro frente para cantarle con entusiasmo a su equipo. Y no desmayaban en los cantos a pesar de que el equipo perdía y el tiempo avanzaba inexorablemente.
Entre el bombo y Giovanni le hicieron descubir a mi amigo Mauricio algo interesante: El ruido no le permite ver, se pasó todo el segundo tiempo prestándole atención al bombo, a Giovanni y a las canciones pero no vió el partido.
Pero eso es lo de menos. Ahora esperamos que pronto llegue otro partido al que podamos asistir, con camisas azules iguales a las de ese animado grupo y su lema: POCOS PERO LOCOS y a lo mejor acogen nuestra propuesta y enriquecen su repertorio cantando: QUE VENGA, QUE VENGA CUALQUIER RIVAL, CONTRA NOSOTROS, CONTRA NOSOTROS LE VA IR MAL.

No comments: