30 de abril de 2008
La Escuela Goicoechea de Paraíso, la más antigua del Cantón, y ubicada en el pleno centro de la ciudad, ofrece todas las mañanas incluyendo los fines de semana, un espectáculo lamentable: sus largos corredores iluminados no por uno, dos, tres o cuatro bombillos, sino decenas. Sin duda con uno a cada extremo, y a lo más otro en el centro, brindaría la iluminación suficiente y necesaria para ayudar con la vigilancia.
En estos tiempos de recursos escasos, hacemos un llamado para un uso más racional de la electricidad; lo que se ahorre en ello sin duda servirá para atender otras de las múltiples necesidades que la Escuela en que recibimos nuestras primeras enseñanzas debe tener.
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