La Selección Juvenil de Fútbol de Costa Rica nos ha dado ésta semana gandes satisfacciones. Clasificó al Mundial Juvenil de Egipto que se jugará en setiembre. Lo hizo con solvencia, ganando su grupo al derrotar a México y Canadá y empatando con Trinidad y Tobago, imponiéndose en semifinales a Honduras (en la tanda de penales al quedar cero a cero el partido) y derrotando en la final a Estado Unidos contundentemente tres goles a cero.
Todo se debe a un proceso impulsado desde la Federación Costarricense de Fútbol con las ligas menores. Si miramos hacia atrás, ya son muchos los años que venimos acumulando éxitos, desde la participación hace veinte años en el mundial juvenil de Arabia Saudita, donde precisamente el conductor hoy de los juveniles, Ronald González, marcó para siempre el camino de Costa Rica: se debutó con triunfo ante Colombia con un precioso gol de tiro libre del mismo González, que lo disfrutamos aquellas vez en un café en San José, en las primeras horas de la mañana, en compañía de un gran jugador de nuestro fútbol recientemente retirado en aquel momento: Fernando Solano, siete veces consecutivas campeón nacional con el Deportivo Saprissa.
Un nuevo mundial nos espera, con la meta muy alta de avanzar más allá de la segunda ronda como se ha hecho en otras oportunidades. Un éxito de estos muchachos, campeones hoy de la Concacaf.
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