Viernes 21 de noviembre de 2008
Hace unos meses, Diario Extra de Costa Rica, publicó un artículo cuyo contenido recomendaba para prevenir lo osteoporosis en las mujeres, que éstas tuvieran relaciones sexuales antes de desayunar. Según estudios científicos, se había comprobado la efectividad de esa práctica.
En una conversación informal en Tegucigalpa, alguien sacó a relucir el tema, y los efectos que le traía aquella práctica: resulta que tener relaciones sexuales antes de desayunar no solo trae beneficios para las mujeres, hace que la pareja se sienta con más disposición de ánimo para emprender la jornada diaria de trabajo, por más fuerte que ésta sea desde el punto de vista físico o intelectual.
Una pareja de al lado, ajena a nuestro grupo, pero que prestaba atención a lo que que ahí se platicaba, se sintió feliz: ya tenían la excusa perfecta para entregarse en pocas horas a los juegos del amor, aunque fuera en silencio y con la luz apagada. "Si es en silencio y con la luz apagada no debe ser gran cosa esto", como lo pensó Facundo Cabral en sus tiempos de adolescencia, que era como lo hacían en su pueblo.
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