En la última Asamblea General Ordinaria de la Fundación Promotora de Vivienda (FUPROVI), Organización No Gubernamental fundada hace 20 años con recursos fundamentalmente de la Cooperación Sueca, y dedicada a la atención de las familias viviendo en precarios y tugurios, comentábamos con uno de sus socios fundadores, José Merino, el incremento del problema habitacional en el país, a pesar de los esfuerzos por décadas para enfrentar el problema.
El déficit se deriva de la diferencia que se obtiene al restarle a las viviendas que se construyen o mejoran las que se necesitan y deterioran. Siempre son más éstas que aquellas.
El programa de Casas Baratas de la Administración Calderón Guardia, la creación del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo en la Administración Figueres Ferrer, la creación del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda en la primer Administración Arias Sánchez, el Bono Gratuito de la Vivienda en la Admnistración Calderón Fournier, son ejemplos de acciones sostenidas para resolver el problema habitacional. Incluso al final del período 1990-1994 el país llegó a construir o mejorar las casas que se necesitaban para que el déficit no creciera.
Algo pasó después para que los índices nuevamente se deterioran, a pesar de que después de la invasión de la finca La Carpio en La Uruca (A finales del año 1994 principalmente) no han surgido grandes precarios.
El actual Gobierno de la República anunció hace un año un programa especial de erradicación de tugurios a cargo de la Fundación para la Vivienda Rural Costa Rica Canadá, algo que nos pareció muy acertado en sus fines pero que nos planteaba serias dudas en sus medios. El tiempo nos dió la razón. Se puso a una Fundación exitosa en programas de vivienda rural (ayer y hoy) a atender un problema muy complejo, dejando de lado a FUPROVI con vasta experiencia en la materia. Los magros resultados un año después han obligado a replantearse la solución. Ahora FUPROVI trabajará en Metrópoli y San Juan (ambas en Pavas), lo mismo que en La Carpio (La Uruca). Ojalá que a la capacidad y dinámica de FUPROVI le acompañen la voluntad política y la capacidad de decisión y acción de los máximos entes rectores del país en este campo: el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos en lo que tiene que ver con el Hábitat y el BANHVI en lo que respecta a lo financiero. Voluntad política y capacidad de decisión y acción, quizás los aspectos que ayudarán a explicar que pasó con el incremento del déficit habitaciona en los últimos trece años.
El déficit se deriva de la diferencia que se obtiene al restarle a las viviendas que se construyen o mejoran las que se necesitan y deterioran. Siempre son más éstas que aquellas.
El programa de Casas Baratas de la Administración Calderón Guardia, la creación del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo en la Administración Figueres Ferrer, la creación del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda en la primer Administración Arias Sánchez, el Bono Gratuito de la Vivienda en la Admnistración Calderón Fournier, son ejemplos de acciones sostenidas para resolver el problema habitacional. Incluso al final del período 1990-1994 el país llegó a construir o mejorar las casas que se necesitaban para que el déficit no creciera.
Algo pasó después para que los índices nuevamente se deterioran, a pesar de que después de la invasión de la finca La Carpio en La Uruca (A finales del año 1994 principalmente) no han surgido grandes precarios.
El actual Gobierno de la República anunció hace un año un programa especial de erradicación de tugurios a cargo de la Fundación para la Vivienda Rural Costa Rica Canadá, algo que nos pareció muy acertado en sus fines pero que nos planteaba serias dudas en sus medios. El tiempo nos dió la razón. Se puso a una Fundación exitosa en programas de vivienda rural (ayer y hoy) a atender un problema muy complejo, dejando de lado a FUPROVI con vasta experiencia en la materia. Los magros resultados un año después han obligado a replantearse la solución. Ahora FUPROVI trabajará en Metrópoli y San Juan (ambas en Pavas), lo mismo que en La Carpio (La Uruca). Ojalá que a la capacidad y dinámica de FUPROVI le acompañen la voluntad política y la capacidad de decisión y acción de los máximos entes rectores del país en este campo: el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos en lo que tiene que ver con el Hábitat y el BANHVI en lo que respecta a lo financiero. Voluntad política y capacidad de decisión y acción, quizás los aspectos que ayudarán a explicar que pasó con el incremento del déficit habitaciona en los últimos trece años.
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