Hoy en la hora pico, después de las 5 p.m., abordé un autobús para trasladarme de San José a San Pedro. Por lo sobrecargado que iba, me acomodé justo detrás del chofer.
Tremenda sorpresa me llevé al constatar que el conductor iba en todo el camino oyendo música, manejando, acomodando pasajeros y contando el dinero recaudado hasta esa hora, el cual pasaba a una bolsa plástica.
Lo más llamativo de todo fue ver como contaba el menudo: introducía la mano y calculaba palpando más o menos la cantidad en monedas de veinte, diez y cinco colones. Por su cara de satisfacción las cuentas iban a estar claras.
No comments:
Post a Comment