24 de agosto de 2010
Extrañábamos que los pájaros habian dejado de comer los bananos que les dejábamos en el viejo palo de limón.
Seguramente nuestro perro Mango los espantaba. Pero no, la razón era otra, nuestro proveedor en la feria nos estaba dando bananos madurados con carburo.
Así nos lo confesó la esposa, y para que no tuviéramos problemas nos sugirió la siguiente fórmula: comprar bananos pintones (a punto de madurar), esos vienen limpios.
Y efectivamente, de nuevo acuden en las mañanas y en las tardes los yigüirros, los pecho amarillo, los rayados y las viudas.
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