El juego ciencia no podía ser la excepción en cuanto a aportes de nicaragüenses. Desde hace varios años, Ernesto Alvarado y Efrén Solís han desempeñado un rol importante abriéndose espacios no solo en las competencias individuales o por equipos, sino con la creación de lugares para la enseñanza, práctica y realización de torneos. Incluso cuentan con la Academia de Ajedrez Universal en Moravia.
Ya son dos o tres generaciones de ajedrecistas nicaragüenses las que compiten en Costa Rica con muy buen nivel, como lo pudimos experimentar en carne propia hoy, cuando enfrentamos a Edwin Sequeira en el match que finalmente el CCDR Paraíso A terminó ganando a pesar de nuestra derrota, con motivo de la sexta ronda del Campeonato Nacional de Ajedrez por Equipos. Ojalá que siga creciendo el número de nicaragüenses que juegan ajedrez en nuestro país, así, el juego ciencia será un factor integrador de estos importantes hermanos al quehacer ya no solo económico, social y cultural sino también deportivo en nuestro país.
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