Sábado 22 de noviembre de 2008
Después de casi tres décadas he tenido la oportunidad de volver a recorrer Valle de Ángeles en Honduras. Me ha impresionado, cuna de la artesanía en madera, actividad incipiente en aquel tiempo, hoy se ha consolidado y es un importante polo de atracción turístico y base fundamental de la economía.
Pero lo que más me ha llamado la atención es que han podido aprovechar, por un lado los beneficios del turismo, pero han logrado desarrollar y mantener desde el punto de vista urbanístico y arquitectónico las características de un pueblo que se mueve entre lo tradicional y lo moderno.
Contrario a comunidades como Panajachel en Guatemala, desaparecidas de nuestra vista por la gran cantidad de ventas ambulantes que ocupan todos los espacios, Valle de Ángeles está ahí para que la disfrutemos y la apreciemos, y en un baúl, artísticamente trabajado, nos traigamos un grato de recuerdo, tan vivo como el de aquella otra visita hace casi treinta años.
No comments:
Post a Comment