Viernes 31 de Octubre de 2008
Retirado mi abuelo de sus quehaceres como ganadero después de la torta con el toro, cada familia tenía la responsabilidad de atenderlo.
En uno de esos fines de semana, nos lo llevamos a Palomo de Orosi, sencillo pero hermoso pueblito, que tiene su nombre por el río que se viene desde la montaña hasta desembocar en el Río Macho. Ese día el equipo de fútbol de la familia jugaba. Mi abuelo conociendo "la tuza con que se rascaba", recién comenzado el partido le dice a Gustavo: -Vaya abriéndome una cerveza, porque ahorita mi hijo Monchillo hace un pleito y esto se acaba y no disfrutamos nada.
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