Viernes 7 de noviembre de 2008.
En Costa Rica, por alguna razón que desconocemos, se le llama judíos a los soldados romanos que recrean la pasión y muerte de Jesús los jueves y viernes santo.
A mi abuelo se le ocurre llevar esa tradición del Valle Central a Río Jiménez de Guácimo. Así, a finales de la década de 1960 consiguió embaucar a diez fiebres, que no pasaron del primer ensayo: no daban más de tres pasos sobre los rieles de la línea del burrocarril cuando ya perdían el equilibrio y se llenaban de barro o se torcían los tobillos.
Fué tanto el trauma con esa experiencia que hoy, en Río Jiménez, ya con calles asfaltadas, diz que símbolo del progreso y el desarrollo, no cuenta con una tropa de soldados para recrear la pasión y muerte de Jesús, todo por culpa de mi abuelo y aquella traumática experiencia.
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