Hace unos años salió en Informe 11 TV parte de su historia, en un reportaje acerca de su tricicloo con el que recorría el Barrio Aranjuez en San José.
Hoy nos lo encontramos en su casa, poniendo a punto el triciclo, despúes de estar desarmado y a la intemperie en su nueva casa en el Barrio San Pablo, La Pitahaya, Cartago, y con una novedad: el asiento ya no solo será reclinable, sino que puede ajustarse de tal forma que quedará en forma perpendicular al piso, así, en una gira a Guanacaste, Limón o la Zona Sur, por razones de seguridad pagará un parqueo, baja el asiento y listo para descansar.
En un aparte, nos relata, aprovechando que sale el tema de su hermano que reside en la zona vasca francesa, que no es una casualidad que haya llegado hasta ahí: "la abuela María Amador tenía antepasados vascos. Los vascos procedían de Georgia, y aunque no estoy de acuerdo con ETA por ser terroristas, si creo que los vascos españoles y franceses deben tener derecho a su propia nacionalidad", afirma con gran convicción.
Para reafirmar su teoría con respecto a la influencia vasca en su abuela, recuerda cuando de niños estuvieron en Israel y les enseñaban hebreo. Él y su hermano, inventaron su propio lenguaje. Y sale corriendo a buscar los documentos que atestiguan su dicho. Ahí nos lo presenta. "Lo más sorprendente es que al regresar a Costa Rica, visitamos el Museo Nacional, y mi hermano y yo nos damos cuenta que parte de los signos de nuestro lenguaje ya los utilizaban nuestros indígenas, pero eso no es todo, otra parte de los signos resultan que son similares a los de los vascos, lo que reafirma que nuestros ancestros por parte de la abuela María era de esa lejana tierra".
En esa lejana tierra, sin duda Paulino, en Vitoria, estará haciendo sus cábalas para saber si Sami está en sus cabales con respecto a su teoría. Sami aquí guarda sus escritos y continúa en sus labores constructivas del triciclo cama.
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