La decisión fué tomada hace unos meses: ninguna dirección regional del Ministerio de Educación Pública puede tramitar nombramientos interinos. Ese acto se concentraría en la dirección de personal en San José. Ante la cantidad de educadores que se hacían presentes para indagar por su situación, se trasladó esa función a una oficina más independiente.
Las consecuencias están a la vista. En el primer día oficial de clases, hay centros educativos que no cuentan con los interinos que les corresponden. Perjudicados: como siempre los alumnos.
Con los avances de los sistemas de información, la asignación de las plazas de los interinos deberían hacerse con base en puntajes de calificación, que tomen en cuenta: formación, idoneidad, experiencia y calificaciones recibidas por el ejercicio de la profesión.
Lamentablemente, su implementación chocaría frontalmente con los intereses de los diputados oficialistas y los dirigentes partidistas, que verían como se les escapa de las manos la fuente de los favores políticos.
Confiamos plenamente en que el señor Ministro don Leonardo Garnier sabrá entrarle al tema, aunque para ello deba echar mano de sus mejores habilidades, pues cuando de terminar con malas costumbres se trata, no le ha importado a este país deshacerse de la gente más capaz para darle paso a los mediocres, pues esos todo lo permiten.
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