Cuantos costarricenses hemos pagado durante años las cuotas correspondientes a la Caja Costarricense del Seguro Social, sin pensar en lo que recibimos a cambio en prestación de servicios; ello debido a una manifestación del del espíritu de solidaridad, pilar fundamental de la seguridad social en nuestro país.
La red de atención básica en salud, imperfecta pero perfectible; los bajos índices de mortalidad infantil y la cada día mayor expectativa de vida, son resultados del sistema de salud imperante, que se nutre de los aportes de los asalariados costarricenses.
Es lamentable leer las declaraciones que le da a la prensa nacional el presidente del equipo de fútbol Santos de Guápiles, señor Cecilio Arias: "Nos duele lo que tenemos que pagarle a la Caja. Si un jugador se nos lesiona, tenemos que acudir a la medicina privada". Dios nos libre de que los costarricenses se contagien de un pensamiento tan nefasto como el que nos transmite el señor Arias, pues acabaríamos socavando definitivamente nuestro sistema democrático.
Y todo viene a colación por la incapacidad de nuestros dirigentes futboleros en gerencia deportiva, que por años han tenido que inventarse argucias para no reportar lo que realmente le pagan a los futbolistas. Definitivamente a esa incapacidad se une la insensibilidad.
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