Sabía que allá abajo estaba Orosi, cubierto por densas nubes. Tan densas que dí un paso y me soportaron. Dí otro y podía caminar. Fuí hasta el Sur, toqué la montaña, regresé y me recibió el Padre Claudio con su bendición. Me animé, troté y andaba sobre Cachí. Ahí me quedé, para siempre.
2 comments:
excelen comentario don ronald, como siempre..
Gracias por sus palabras, por tomarse el tiempo para leer y para escribir. Mis saludos.
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