Ingenuamente le preguntó por el grado en que estaba y el nombre de la escuela. "En tercer grado, en la Escuela Goicoechea".
-¿Y vos sabés quién era Fray José Antonio de Liendo y Goicoechea?
-¿Fray qué?
-Fray José Antonio de Liendo y Goicoechea.
-Ni idea Padre.
Ahí acabó el diálogo con aquel niño que ha pasado ya seis años en dicho centro educativo, y sin embargo, ninguna "niña" se ha preocupado por explicarle el motivo del nombre de la escuela.
-¡Esa es nuestra educación!
-Si Padre, agobiada por lo urgente, que opaca lo trascendente.
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