(Jorge Barraza, periodista argentino,cuyos artículos publica el Periódico La Nación de Costa Rica, uno de los que fué burdamente plagiado).
SÁBADO 20 DE JUNIO DE 2009
En la mañana, leyendo La Prensa Libre de Costa Rica, llego a la sección deportiva denominada Revista As, y me encuentro con una columna escrita por el Profesor Arturo Escobar, titulada "El Pulso del Fútbol", con foto del autor incluida. Ya el primer párrafo me decía que había leído eso mismo hace pocos días, y así con todo el escrito.
Efectivamente, en el periódico La Nación, también de nuestro país, pero en la edición del Miércoles 17 de junio, el destacado columnista argentino Jorge Barraza, nos había deleitado como siempre con el artículo "Egocentrismo puro". Un análisis comparativo nos confirmó que el articulo de Escobar era una copia o presentación de una obra o de una idea ajenas como si fueran propias.
Tratamos de contactar con los representantes de La Prensa Libre el sábado después del mediodía, pero lamentablemente como no circula los domingos, el oficial de seguridad nos dijo que nadie podía atendernos.
Comparen amigos/as lectores/as:
EGOCENTRISMO PURO
Por Jorge Barraza (La Nación, miércoles 17 de junio de 2009, página 39A).
En fútbol, lo barato o caro se ve al final del contrato. Si Cristiano Ronaldo marca 200 goles en el Real Madrid y le da cinco campeonatos locales, dos Champions y un Mundial de Clubes, los 131.961.000 dólares que costó su fichaje habrán resultado una bicoca. La gloria no tiene precio.
El tiempo dirá.
Manchester United ya hizo el negocio del siglo, adquirió su ficha por 18 millones de dólares y la revende por 132. Y en las cinco temporadas que el Batichico estuvo en Inglaterra le sacó bien el jugo: celebró sus 92 goles en 238 partidos, que contribuyeron decisivamente a ganar 3 Ligas, 1 Champions, 1 Mundial de Clubes, 2 Copas de Liga y 1 Copa Inglesa. Sin contar supercopas y otras minucias.
Iniciar otra batalla como la del año pasado para forzarlo a que se quede en Old Trafford hubiese significado tener que aguantarle luego el genio al divo, y Alex Ferguson, septuagenario, archicampeón y millonario, ya no está en edad de soportarlo. Ferguson fue simple y directo, como siempre: “Él quería marcharse y ya no había cómo detenerlo. El mérito fue haberlo tenido tanto tiempo”. Al final de la historia, tal vez el Manchester le cante a Cristiano la canción de Julio Iglesias: “Lo mejor de tu vida, me lo he quedado yo…”
Lo mismo podría decir el Milan, que pagó 8,5 millones de dólares al San Pablo por Kaká y seis años después lo traspasa en 89.646.353. Kaká deja en la patria de Da Vinci el recuerdo de sus 95 goles, 270 partidos, 1 Scudetto, 1 Champions y la estela de su talento, su inteligencia y profesionalidad. La diferencia con el pase del portugués es que Kaká no presionaba para irse. El Milan, rifando grandeza, se lo entrega al club español. Pensando como hinchas, una propuesta indecente.
¿Necesita el Milan vender a Kaká para seguir viviendo…? Uno de los tantos tifosi milanistas enfurecidos envió un correo a los medios diciendo “no podemos retener a Kaká y se le pagan 4 millones de dólares por año a Dida, que ni juega”. Paolo Maldini, ya mirando desde afuera, pensó como debe hacerlo quien pertenece a un cuadro de linaje: “Sin Kaká, el Milan no puede ni soñar con la Champions”. Que ese debe ser siempre el objetivo de una institución de su porte.
El mundo se rasga las vestiduras por las cifras casi obscenas pagadas por el Madrid, y sobre todo por su prepotencia compradora. Que generan algunas reflexiones. Pero no hay que desesperar: el futuro juzgará si este amontonamiento de estrellas es una acertada operación deportiva o una feliz maniobra financiera. O ambas. O ninguna.
En primer lugar, hay que distinguir en estos casos valor y costo. Ambos jugadores son sensacionales y valen lo que cuestan. “No es real”, se critica. Sí lo es. El precio real es el que paga el mercado. Y había comprador para ellos. Es justo que el United se quede con los 132 millones después de haber descubierto y potenciado a Cristiano. Igual, el Milan.
El club de Bobby Charlton, además, se dio un gusto con el Real: a la brava, como intentó el año anterior, no se lo pudo llevar; tuvo que pasar por ventanilla.
Lo insano para el fútbol es el anuncio de que el Madrid hará un negocio fantástico con ambos. El fútbol (y sobre todo una sociedad civil como es el club merengue) es un deporte para competir, agradar, vencer, conquistar gloria. No una herramienta para operaciones financieras. Si éste pasa a ser el objetivo, algo está muy mal.
Manchester United es el club con mayores ingresos del mundo. No obstante, hasta hoy se ha manejado priorizando lo deportivo por sobre lo económico. No contrata jugadores porque venden camisetas, los ficha si son buenos. Y si los necesita.
Pero estemos preparados para todo, caballeros. El fútbol mueve toneladas de dinero y ya sabemos de las bajezas que es capaz el hombre por el vil metal.
El olfato advierte que detrás de tales transferencias no hay una necesidad futbolística imperiosa. Ni se busca armar el equipo de los sueños ni ganar fortunas. En el fondo, esto es egocentrismo puro, arrogancia. Florentino Pérez, el “supergaláctico” presidente madridista, es presidente de Dragados, la empresa constructora más grande de Europa. Tiene 19.000 empleados. Está forrado, pero por Dragados no lo conoce nadie. Necesita -al menos él- de la fama y el reconocimiento que proporciona el fútbol. (A lo cual colabora la prensa sobona repitiendo todo el día “¡Qué bien Florentino…!”). En España es más popular el presidente del Madrid que el mismísimo rey Juan Carlos.
Después, que sea campeón o no son cinco centavos aparte.
El Pulso del Fútbol
Escrito por Profesor Arturo Escobar
En fútbol, lo barato o caro se ve al final del contrato. Si Cristiano Ronaldo marca 200 goles en el Real Madrid y le da cinco campeonatos locales, dos Champions y un Mundial de Clubes, los $131.961.000 que costó su fichaje habrán resultado una bicoca. El tiempo dirá.
Manchester United ya hizo el negocio del siglo, adquirió su ficha por $18 millones y la revende por 132. Y en las cinco temporadas que el Batichico estuvo en Inglaterra le sacó bien el jugo: celebró sus 92 goles en 238 partidos, que contribuyeron decisivamente a ganar 3 Ligas, 1 Champions, 1 Mundial de Clubes, 2 Copas de Liga y 1 Copa Inglesa. Sin contar Supercopas y otras minucias.
Alex Ferguson fue simple y directo, como siempre: "Él quería marcharse y ya no había cómo detenerlo. El mérito fue haberlo tenido tanto tiempo". Al final de la historia, tal vez el Manchester le cante a Cristiano la canción de Julio Iglesias: "Lo mejor de tu vida, me lo he quedado yo...". Lo mismo podría decir el Milan, que pagó $8,5 millones al San Pablo por Kaká y seis años después lo traspasa en $89.646.353. Kaká deja en la patria de Da Vinci el recuerdo de sus 95 goles, 270 partidos, 1 Scudetto, 1 Champions y la estela de su talento, su inteligencia y profesionalidad. La diferencia con el pase del portugués es que Kaká no presionaba para irse. El Milan, rifando grandeza, se lo entrega al club español. Pensando como hinchas, una propuesta casi indecente.
El mundo se rasga las vestiduras por las cifras casi obscenas pagadas por el Madrid, y sobre todo por su prepotencia compradora, que generan algunas reflexiones. Pero no hay que desesperarse: el tiempo juzgará si este amontonamiento de estrellas es una acertada operación deportiva o una feliz maniobra financiera. O ambas. O ninguna.
En primer lugar, hay que distinguir en estos casos valor y costo. Ambos jugadores son sensacionales y valen lo que cuestan. "No es real", se critica. Sí lo es. El precio real es el que paga el mercado. Y había comprador para ellos. Es justo que el United se quede con los 132 millones después de haber descubierto y potenciado a Cristiano. Igual, el Milan.
Florentino Pérez, el "supergaláctico" presidente madridista, es presidente de Dragados, la empresa constructora más grande de Europa. Tiene 19 mil empleados. Está forrado, pero por Dragados no lo conoce nadie. Necesita (al menos él) de la fama y el reconocimiento que proporciona el fútbol. (A lo cual colabora la prensa repitiendo todo el día "¡Qué bien Florentino...!").
artes2761@gmail.com
2 comments:
Muchas gracias en nombre de la prensa realmente libre, honrada y honorable. Virtud que el Sr. Arturo Escobar no entiende y no hace honor. Muy desvergonzado y mal profesional. Nada justifica su falta de ética profesional. Realmente, un indolente y mala persona
Solo puedo decir que comparto plenamente su opinión.
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