22 de abril de 2008
Mahatma Gandhi es un ícono de los luchadores incansables por las causas justas. Desde muy joven comprometió su vida por la independencia de la India del Imperio Británico. Echó mano para ello a la NO VIOLENCIA. Su figura diminuta se engrandecía conforme avanzaba en sus logros sin necesidad de hacerle mal a nadie.
Consecuente como el que más, sentía un profundo respeto por sus semejantes. También, es un precursor de los actuales movimientos comprometidos con el respeto a la naturaleza, la defensa del medio ambiente y de todos los otros seres vivos existentes.
Esto viene a colación, porque con motivo de muchos aniversarios que hubo en el TEC durante el año 2006, en uno de ellos se anunciaba a la entrada del Campus, que entre otras actividades de celebración estaba incluido el “cerdo encebado”.
Solo me imaginaba el estrés del pobre animal cuando fue sacado del corral, conducido al TEC y luego “echado” al redondel para el “disfrute de los celebrantes”
En una de sus muchas frases célebres, decía Gandhi: “El nivel espiritual y cultural de una nación se mide por la forma en que trata a sus animales”. Y esa frase de Gandhi incluía a los cerdos.
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