13 DE SETIEMBRE DE 2010
Reproducimos el artículo publica por la Revista TURRIALBA HOY, que recoge nuestra experiencia de hace unos meses:
"EL AJEDREZ LLEGÓ A NOCHE BUENA DE TURRIALBA A LA ESCUELA JUAN DENNIS VIVES (*)
La expectativa y curiosidad de los/as alumnos/as era tanta como la mía; aquellos/as se habían entusiasmado con la idea de aprender ajedrez, que no hubo una sola alumna ni un solo alumno que no se matriculara en el curso. De mi parte, meditaba en la forma de abordar aquel reto que se me imponía con un grupo de más de 80 alumnos, además de la directora y las maestras (¡Hecho único en la historia ajedrecística de este país, todo el centro educativo imbuido de ajedrez!).
Disponía de una hora, aquel viernes 23 de abril. ¿Qué hacer? Una lectura adecuada del desarrollo de los hechos me tendrían que ir dando la pista. En mi cabeza tenía el guión general, las escenas poco a poco se irían desarrollando hasta cumplirlo.
Lo primero, unir y despejar de pupitres las dos aulas en que se trabajaría.
Segundo, cuando llegué y verme rodeado de aquella avalancha de chiquillas y chiquillos que se ofrecían a ayudar, depositar en ellos los materiales: fichas de ajedrez, tableros, libros y revistas.
-¿Dónde los ponemos profe?-Preguntaron
-Muy sencillo, entren al salón y espárzanlo todo: fichas de ajedrez, tableros, libros y revistas.
-¿A como caigan?-peguntó alguien.
-A como caigan, pero sin dañar a nadie y sin dañar el material.
Así lo hicieron, y cuando entré todo era algarabía: unos de manera individual, otros en pareja, por allá en grupos más grandes, se apoderaban de piezas, o de tableros o de revistas o de libros. ¡Todos/as empapados/as de ajedrez! ¡En un desorden que era mi orden!
Eso sí, me reservé el tablero mural y sus piezas, que terminó colocado en justo en el centro de las dos pizarras acrílicas.
Vinieron las presentaciones de rigor, los agradecimientos, y ahora sí, a trabajar.
Cada quien con una pieza, posterior a que repasáramos los nombres de cada una, cada alumno y cada alumna debía decir cómo se llamaba, el grado en que estaba y cuál era el nombre de la pieza que tenía en sus manos. Y así nos conocimos.
Después, con la ayuda del tablero mural, incursionamos en conocer el campo de juego: y avanzamos por casillas, filas, columnas y diagonales, y en cómo se colocaban las piezas en el mismo. Hablamos de formas: cuadrado, y sumamos (8 filas, 8 columnas) y multiplicamos (En total 64 casillas). Y distinguimos colores: casillas blancas y negras, claras y oscuras, verdes y blancas, azules y claras, según los modelos de tableros que teníamos.
Para practicar y afianzar lo aprendido, un concurso.
Cuatro grupos de alumnos/as formados al azahar. Cuatro tableros en el suelo, colocados todos a la misma distancia de cada grupo. En una bolsa, un juego de piezas completo. Por turnos, la maestras sacaban una pieza de la bolsa, y quien la tuviera en cada grupo debía correr a colocarla en el tablero que se le había asignado, como cuando se colocan para iniciar la partida. Quien lo hiciera de primero y de manera correcta se ganaba cuatro puntos, el segundo tres, el tercero dos y el cuarto uno. ¡Ganó quien obtuvo más puntos!
Para finalizar, un último repaso: ¿Como sabemos si el tablero está bien colocado? ¿Cómo se colocan las piezas correctamente, comenzando por los peones, las torres, los caballos, los alfiles? Y en las casillas centrales la Dama y el Rey: ¿Cuál en cada casilla, de las dos que quedan? Muy sencillo:
La mitad del grupo en coro: -“La Dama va en la casilla de su color”
Y la otra mitad del grupo también en coro: -“La Dama Blanca en el cuadro blanco”
Y todos juntos, al unísono: -“Y la Dama Negra, en el cuadro negro”
y con un sonoro aplauso todas y todos nos dijimos, “¡lo logramos!”.
Se terminó la hora, pero vivirá el entusiasmo para siempre, Caissa nos había cautivado.
Y a Nochebuena de Turrialba llegó el ajedrez para quedarse, y formar parte de la enseñanza en aquella escuela para que se cumpla así el deseo de Juana Dennis Vives, cuando en el corredor de su casa, y ella como alumna, allá por 1965, la fundó y por eso lleva su nombre".
(*) Curso de Ajedrez 2010, con el patrocinio de la Universidad de Costa Rica, Vicerectoría de Acción Social y su Programa de Extensión Docente: Escuelas de Ajedrez y el Club de Ajedrez de Paraíso, con 38 años de fundado. La actividad en Nochebuena de Turrialba, en la Escuela Juana Dennis Vives fue organizada por el Equipo Interdisciplinario (Psicología, Trabajo Social y Orientación) con el apoyo de la Dirección y las Docentes.
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