22 DE JUNIO DE 2010
El mismo administrador del Parque, Director Regional de Deportes, una vez que la Laguna de Doña Ana recuperó su nivel normal de agua, la sembró de peces para la pesca, pero se dió cuenta de un problema: las cuitas de las garzas que llegan todas las tardes a pasar la noche ahí eran dañinas.
Solución: Orden de acatamiento obligatorio para el guarda de la tarde noche: "Reventar bombetas, ojalá de doble trueno para espantar las garzas y evitar que duerman en los manzanos para que sus cuitas no afecten a los peces".
Y dicho y hecho, orden es orden más viniendo del superior jerárquico. Y en los barrios cercanos se preguntaban en las tardes noches: ¿Donde hay turno que se escuchan bombetas aquí tan cerca? Nada de turno, era tan solo otra "brillante idea del administrador del parque" puesta en ejecución.
2 comments:
Don Ronald quisiera saber si esto actualmente ocurre ,ya que leer su comentario me a llenada de gran indignacion ya que como ecologista la falta de lugares de refugio para aves acuaticas me a preocupado siempre,creo que esta es una mas de las pruebas de que en nuestra comunidad la indiferencia ase que la ignorancia reine.
Ivan Orozco
Creo que esa práctica se dejó. Sin embargo, hubo un daño que no sé si es irreparable. Antes, en el costado oeste de la Laguna, crecían unas plantas que le servían a las aves migratorias del norte, incluso, muchos científicos llegaban a estudiarlas. Ante el "temor" de que esas plantas cubrieran toda La Laguna las cortaron, por lo tanto, ni las aves ni los científicos volvieron a llegar.
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