25 DE JUNIO DE 2010
Altos de Araya es un caserío de Orosi, cuyo vía de acceso es una calle lastreada de 1600 metros de longitud, que comienza en los 1100 msnm y termina en los 1600 msnm.
Nos fuimos a visitar al Profesor Fernando Cordero, director y maestro de la Escuela, para invitarlo a participar en el Programa Escuelas de Ajedrez de la Vicerrectoría de Extensión Docente de la Universidad de Costa Rica, en convenio con el Club de Ajedrez de Paraíso.
Tomamos un pequeño desvío a media cuesta, construido porque hace menos pesada la subida. Ya arriba, tomamos a la izquierda, devolviéndonos para llegar a la escuela y sorpresa: ¡El carro estaba sin frenos!
Comenzó a tomar velocidad, y nuestra primera decisión fue lanzarlo contra el paredón a la izquierda, pero no se detuvo, se lo brincó y volvió a caer a la calle donde estuvimos a punto de volcarnos.
Segunda decisión: cruzarlo totalmente a la derecha para tomar la entrada a una casa, en subida, pero como a 50 metros estaba un vehículo y podría ser que por la velocidad que llevábamos chocaríamos contra él.
Finalmente, entonces, mantener firme la manivela y como había una curva de 90 grados, chocar de frente. Así lo hicimos.
Consecuencias: ningún daño en el carro, las señoras asustadas porque creyeron que íbamos a caer con él encima del techo de sus casas y como siempre, manos amigas que se acercaron a ver que nos había pasado: prácticamente nada, excepto en el dedo del centro de la mano derecha, cuya punta de la uña estaba negra, seguro por haberla pegado en el "dash".
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