19 DE MAYO DE 2010
Como se viene pronto la campaña electoral para la elección de Alcaldes y Síndicos, muchas de las obras que no se hicieron en los último 4, 5, 6, 7 y hasta 8 años, ahora sí se concretan.
Por ejemplo, ya vemos carpetas asfálticas en mucho barrios.
Conversando con expertos en la materia, nos decían, que no deberíamos dejarnos deslumbrar por lo que que vemos, pues no todo lo que brilla es oro, y en el caso del asfaltado, no es oro negro.
Las autoridades municipales no solo deben velar porque el contratista cumpla con los metros lineales contratados, la base que coloca y el espesor. También debe velar por la calidad integral de la obra, no vaya a ser que con los primeros aguaceros o con un poco de más tránsito vehicular de lo habitual la obra se deteriore, porque los perjudicados no serán solo los vecinos cuya calle asfaltaron, sino todos los ciudadanos que pagamos los impuestos para financiar dichas obras.
Nos dirán que la Municipalidad no cuenta con el personal para realizar dicho seguimiento y evaluación, pero, y las decenas de profesionales que sin duda estarían dispuestos a aportar sus conocimientos en ese campo los fines de semana. Es cuestión de convocarlos, hablarles, comprometerlos. Ellos, juntos con los vecinos, podrían realizar esas labores de inspección. Participación popular se llama esa figura
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