20 DE JUNIO DE 2010
Como todas las mañanas, Eduardo y yo fuimos a entrenar al Parque de la Expresión Laguna de Doña Anacleto, eran los tiempos en que no había carrera un domingo que no hiciéramos, acompañados con Pedro, Mario y Vilma.
El Parque lo administraba el Director Regional de Deportes, Jorge Solano; y por orden suya se estaban aserrando varios árboles de ciprés.
Lo anterior nos llamo la atención e inmediatamente le preguntamos a un guarda acerca del destino que tendria aquella madera. "Lo ignoro", fué su respuesta.
Sin embargo, al día siguiente, por preguntones, la entrada al Parque de la Expresión Laguna de Doña Anacleto estaba cerrada con alambre de púas. ¡Al administrador no le gustó lo que andábamos indagando!, y no solo nos cerró el acceso a nosotros, sino a las decenas de personas que acuden día con día a recrearse ahí. Pero como la unión hace la fuerza, entre todos y todas quitamos aquella alambrada y nos dimos gusto corriendo y comentando que nos quisieron echar de ahí por pedir cuentas claras.
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