MARTES 7 DE ABRIL DE 2009
En Linda Vista de Siquirres, nombre bien puesto por las maravillas a nuestros ojos tanto de día como de noche, tuvimos la oportunidad de pasar un par de días y una noche. Casi en la pura tarde pero sin que aún fuera de noche, a 600 metros de donde estábamos hospedados, una pequeña laguna cumplió a cabalidad con nuestras aspiraciones de pescadores. Más de treinta muy pequeñas tilapias cayeron en nuestros anzuelos.
Una vez limpias, en la sartén con un poco de sal y mucho aceite de oliva, quedaron listas para consumir. Sin peligro por las espinas, totalmente tostadas en un santiamén, desaparecieron de la mesa, gracias a su propia contextura y a los beneficios de ese maravilloso aceite del mediterráneo.
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