SAN LUIS DE SABANILLA POR DENTRO

16 de noviembre de 2012 Con el primer cantar del gallo salimos de nuestro "sleeping" y nos preparamos para adentrarnos trotando en aquella comunidad que nos acogió. Primero cuesta abajo, nos llegaba el olor de los fogones ya encendidos en los baches, donde los residentes temporales por las cogidas de café preparaban el desayuno y el gallo de las ocho de la mañana, que consumirían en un alto a esa hora, allá en los callejones. Otras personas, caminaban a tomar el primer bus que les llevaría a Alajuela, y de ahí quizás a la zona franca de Barreal, o a Heredia o a San José. El Alba aún no despuntaba, y quienes iban para sus trabajos, de seguro tuvieron que levantarse a las tres de la mañana. Cerca de las 5 30 am, los primeos grupos de cogedoras y cogedores de café, con sus canastas plásticas (ya lo canastos de bejuco son cosa del pasado)se encaminaban a las fincas donde el mandador les indicaría en donde estaba la medida y les asignaría las calles. San Luis de Sabanilla, un pueblo de gente humilde y trabajadora, como la familia que nos acogió para bañarnos, pues en una acertada decisión de las autoridades de la Escuela, se dispuso no improvisar construyendo baños, sino hacer un llamado a los lugareños para que facilitaran los de sus casas, cercanas a la Escuela. ¡Y por dicha, por que había ducha con agua caliente!