TRISTEZA

24 DE SETIEMBRE DE 2009
En el límite de la nostalgia, sintió recuperar la alegría y sus labios trataron de reflejarla, sin embargo, solo pudo transmitirles una tristeza tan grande que aún realizan esfuerzos años después, por recordar alguna más conmovedora y no la encuentran.

25 DE SETIEMBRE DE 2009
¿Es usted feliz? Y el tono de aquel sí ponía a llorar a sus interlocutores: hombres y mujeres, niños, jóvenes y adultos.

26 DE SETIEMBRE DE 2009
Traté de consolarle, y aquel abrazo gélido me transmitió toda su desesperación, todo su desencanto. Comprendí a partir de él su sufrimiento por los que sufren.

27 DE SETIEMBRE DE 2009
Toda su vida fue lo mismo: preocupado por los demás y los demás ignorantes de él.

28 DE SETIEMBRE DE 2009
Por acá, por allá, sin sosiego, preocupado. ¿Por qué? ¿Para qué? Y no tenía tiempo para responderse siquiera a si mismo, por darse una explicación.

29 SETIEMBRE DE 2009
Casi llegó al límite, pero no, la vida estaba comenzando, tanto así, que no le tomó un minuto para reflexionar acerca de su existencia y no encontrar nada.

30 DE SETIEMBRE DE 2009
Continuó con lo que sigue siempre: no dejar de respirar para no morir.

Y se dió cuenta que sería eterno, como hasta ahora, viendo pasar generaciones.